Raúl Yepes una revelación, una misión, un poder y un contacto


 

Es un sencillo hombre latinoamericano con cualidades de percepción extrasensorial únicas. Su misión ha sido y seguirá siendo la de ayudar a todos los seres de nuestro mundo que lo deseen escuchar. Su aporte consiste en sembrar en los corazones las semillas de una vida más plena en todos los aspectos: corporal, mental, afectiva y económica. Su mensaje es de armonía, felicidad y realización, a través de una conciencia de la realidad de la vida y de una conexión con el universo. Su sabiduría proviene de allá y su enseñanza no está ligada a ningún principio religioso.

Raúl esta muy comprometido con el propósito de estimular diferentes formas de   crecimiento personal con ideas y consejos novedosos que transforman las vidas de las personas. Es un anunciador de hechos venideros y el precursor de una nueva era de bienestar.
 
La labor y el mensaje  tienen sus orígenes desde su juventud. Nacido en la ciudad de Medellín-Colombia el 4 de noviembre de 1954, Raúl Yepes comenzó a experimentar sus cualidades suprapsíquicas desde los 7 años, cuando en una experiencia dimensional, supo de sus futuras misiones. 

Raul Yepes es un hombre colombiano que desde sus primeros años de vida fue contactado por extraños seres que se le presentaron como personas normales pero que luego de darle algunos mensajes se esfumaban en el aire desapareciendo en su presencia.


Así poco a poco, Raúl Yepes, fue siendo preparado para lo que es hoy: un enorme canalizador de seres estelares. Hasta el presente ha canalizado más de 250, siendo el mas importante Mer, un ser perteneciente a la raza de los Eles o sembradores de la vida.

Con Mer el sembrador, muchas personas del mundo entero han hablado sobre la dirección de sus vidas en todos los aspectos que la conforman.

                         

 

Raúl Yepes durante su proceso, ha fundado una corporación “La Casa de Sirio”, dedicada al crecimiento personal, el desarrollo de la inteligencia, la maduración de la vida, y el contacto con otras dimensiones, a través de las enseñanzas de los seres que canaliza.

 

               Raúl Yepes, un hombre de gran actualidad en el mundo de hoy.

 

            Despierta el conocimiento, la inteligencia y la verdad en La Casa de Sirio


 

Nos dedicamos a la educación de la vida, el desarrollo de la inteligencia, el conocimiento de todas las cosas posibles. Herramientas que nos ayudan a vivir mejor, para tener un cuerpo sano, ideales acompañados del amor, actos llenos de triunfo, pensamientos veloces y seguros, un trabajo noble y próspero, una familia feliz, palabras que expresan siempre la verdad y comodidad en la vida.

                                                     

                                               

 

El conocimiento de la vida a través de la meditación, el yoga, la renovación de la memoria, retiros, encuentros de ayuda seminarios de crecimiento personal, terapias electromagnéticas de la nueva medicina, danza, canto, cultura, entretenimiento, amor, cuerpo sano y erguido, triunfo en tu trabajo, unión familiar, satisfacción, transformación, potestad, riqueza, mucha vida y felicidad.

 

                                    Somos una escuela virtual y estamos a tu disposición. Regístrate y comparte este mensaje. 

 

                                                                     Vive una Cita con Mer


 

En La Casa de Sirio, desde el año 1992 tenemos la gran fortuna de disfrutar de su sabiduría por medio de las sesiones de canalización que nos proporciona Raúl. Por medio de él, Mer enseña en reuniones grupales que llamamos “encuentros” y de sesiones privadas, denominadas “citas personales con Mer”. Los encuentros son oportunidades de aprendizaje y guía para que los asistentes entiendan sus vidas y la del Universo en que habitamos. En estas reuniones se aprende a ser mejor y se abre la mente y el corazón para ayudar a nuestros semejantes y a nuestro atribulado mundo.

 

                                        

 

Beneficios de una cita personal con Mer

  • La claridad del pensamiento para dirigir la vida y ejecutar muy bien las cosas que nos corresponde hacer en provecho de nuestra realización
  • El entendimiento y corrección de las causas que perjudican nuestra salud corporal
  •  El encuentro de la línea perfecta que nos conduce a tener trabajo, la empresa y el lugar exacto donde encontrar muy buenas satisfacciones
  • La selección de nuestros mejores amigos y asociados para vivir dentro de una sociedad amable
  • Los valores por la familia, la propiedad, la comodidad y el progreso, para vivir y disfrutar una buena vida n la Tierra.
  • El valor y respeto hacia las personas que nos aman y amamos
  • El olvido de las  viejas herencias de la historia que nos han causado resentimiento
  • La debilidad de los miedos y traumas que no nos permiten creer en la vida
  • El fortalecimiento de la energía vital que nos hará más grandes, saludables y ayudadores a nuestros parientes y vecinos.
  • El orden y la pulcritud de las palabras que conforman nuestro lenguaje hacia los demás
  • El desarrollo y buen uso de la inteligencia en provecho del avance, el conocimiento y la maduración de la vida
  • El descubrimiento del emprendedor, la fortaleza, la resistencia,, la superación que existe dentro de ti para llegar a la cumbre
  • La bondad, la paciencia y el buen manejo del pensamiento en provecho de todas las accione cotidianas.
  • El amor y cuidado hacia el reino animal, vegetal y nuestro mundo terrestre
  • Los nombres de los maravillosos ángeles que nos cuidan y protegen de nuestros pasos. Como contactarlos
  • Las historias de nuestra existencia pasada
  • El amor y valor por Dios como creador de todo lo que es.

 

Este es Mer en La Casa de Sirio. Abarcarlo en la magnitud de su misión está por encima de nuestras capacidades. Describir la profundidad de sus enseñanzas, depende del amor con que recibamos sus consejos. Mer, el Grande entre los Grandes, siempre está, con una sonrisa, esperándonos para hacernos los mejores.

 



Así sucedió:


En uno de sus trabajos, conducía Raúl un taxi por el centro de la ciudad, cuando escuchó por su lado izquierdo un silbido agudo que le llamo la atención. El sonido se repitió, esta vez por el otro costado. Al voltear de nuevo una tercera llamada resonaba tan solo a pocos centímetros de él.

 
Perplejo ante la extraña situación y no entendiendo nada de lo que le estaba pasando, exclamo en un grito para sí mismo: ¿”QUIÉN ES?
 
“RAÚL...RAÚL...” respondió alguien al final de la pregunta.
 
Raúl miraba atónito a lado y lado. No había nadie allí. Él se encontraba solo en su coche…
 
“Raúl...Raúl”... dijo la voz, esta vez resonando en medio de su cabeza –“Ve de frente...Es tu primera prueba”- a lo que él, sin saber porque, simplemente obedeció.
 
Su mente era un remolino. Los pensamientos se atiborraban desbocados llenos de interrogantes para los cuales, simplemente, no había respuesta. Solo la misteriosa voz.
“Me he vuelto loco” – se decía a sí mismo, “sí, estoy loco” – afirmaba. 
 
Pero entonces la luz del semáforo cambio a rojo y el detuvo el coche. Sabía quién era y dónde estaba. “Yo soy Raúl Yepes, nací en la ciudad de Medellín el 4 de noviembre de 1954. Tengo 24 años de edad. En este momento voy por la calle cincuenta llamada la calle Colombia. Sé como se llaman mis padres, mis abuelos, mis tíos, mis hermanos, Todo...lo sé todo. No estoy loco...Pero, entonces, ¿qué me está pasando? ¿Quién me está hablando en mi cabeza?”
 
A lo que su interlocutor no visible respondía: “Ten paciencia. No te desvíes. Ve de frente”
 
Mientras seguía las indicaciones de su nuevo “amigo”, o ‘seria quizás amiga? – la verdad era que aquella voz no parecía tener género: ni masculina ni femenina – vino a su memoria aquel extraño episodio de niñez.
 
“Gira a tu izquierda” – pidió la voz, a lo que Raúl accedió. “Gira a tu izquierda” – llamó nuevamente y Raúl lo hizo. “Gira a tu izquierda” – resonó en su cabeza por tercera vez, a lo que Raúl preguntó: “ ¿Y para qué, si nos vamos a devolver?” – luego de tres giros habían dado vuelta a la manzana y se disponían a volver a salir a la calle Colombia, pero en sentido contrario.
 
Trascurridos unos segundos, la voz le dijo: “Detente”- y así lo hizo. “Mira a tu derecha”...  “Qué...” – dijo Raúl – “no veo nada” – Esta vez no fue un sonido sino una imagen en medio de su pensamiento, como si su mente fuera una pantalla de cine, que le mostraba a él mismo estirando su cuerpo por encima del puesto del pasajero, sacando su cabeza por la ventanilla y mirando al piso.
 
Así lo hizo. Y cuál sería su sorpresa al ver allí tendida, en medio de un polvoriento antejardín a una desesperada anciana, de cabellos blancos, que luchaba por ponerse en pié haciendo apoyo en un desgastado bastón, sin que nadie, nadie, se compadeciera de su necesidad.
 
Carolina, como se llamaba, había sido en sus años mozos una de las trabajadoras de la cocina de un almacén de cadena de Medellín. Al llegar a su edad de jubilación, se había ido a vivir en compañía – no tenia familia alguna- de otras dos ancianas, muy pobres y necesitadas, a quienes ella acogió en una habitación de tres por dos metros. Allí vivían las tres.
 
Cada quincena, como aquel día, Carolina iba a los almacenes Éxito de la calle Colombia a reclamar su pensión. Ese día lo había hecho, pero resbaló. Por su apariencia adulta y por sus vestidos quizás raídos por la huella del tiempo y la pobreza, nadie le socorrió.
 
“Ay señor” – dijo Carolina a Raúl cuando éste, instado por “la voz”, bajó de su coche para levantarla – ¿“Sabe quien me lo envió? Mi Dios que es tan grande”
 
“Súbela” - resonó la voz en el interior de Raúl – “y llévala a su destino”
 
Luego de dejar a la agradecida Carolina a las puertas de su casa, no sin antes invitarla a almorzar y comprarle de su propio dinero víveres y objetos de aseo personal para todo un mes, todo por cuenta y pedido de “ la voz”, Raúl se disponía a subir nuevamente a su carro en procura de poder averiguar qué era lo que le estaba pasando, sin tener que llevar más de un dialogo a la vez – lo cual era demasiado para un hombre cuerdo - , cuando la voz le dijo: “vendrás por ella el quince, el treinta el quince el treinta de cada mes”
 
Y así lo hizo durante los once meses siguientes. 
 
Los días quince y treinta de cada mes, Raúl Yepes Balcázar, siguiendo las directrices de “la voz”, recogía a Carolina y a sus dos amigas para llevarlas a pasear, a tomar el almuerzo o la cena. El veló por ellas siempre durante ese tiempo. Las acogió bajo sus cuidados y les hizo vivir momentos de alegría al final de una vida hasta entonces marcada  por la soledad y las tribulaciones.
 
Un día, al llegar a la casa de Carolina, Raúl recibiría una mala noticia. La anciana había entrado en coma unas horas antes y había fallecido el día anterior Sus últimas palabras fueron de agradecimiento con aquel ser humano que en sus años de vejez le brindó cariño y la trató con dignidad y respeto.
 
Con eso terminaron once meses de compartir con Carolina...
 
“Aléjate de allí...Has pasado muy bien tu prueba”...
Así le dijo aquella vez la voz. 
La historia de Carolina había terminado. 
 
Durante los meses siguientes  los diálogos internos de Raúl con su voz se multiplicaron en frecuencia y duración, hasta hacerse casi permanentes. 
 
Además, se desarrollaban con una naturalidad pasmosa. En cualquier momento, en la cama, en la ducha, en el coche, sentado a la mesa, “la voz” – le hablaba a Raúl de diversos temas.
 
En ocasiones, mientras caminaba por la calle, le decía: “mira a tu derecha. ¿Ves a aquel hombre que yace tirado en la calle esperando por una limosna? En algún momento de su existencia fue un hombre de dineros (sic)...Pero fue arrogante y soberbio... Creó, por sus propios actos, unas leyes – todos los seres de la creación poseen sus propias leyes que los rigen, ellos mismos las hacen – que ahora, en su pobreza, le enseñan la paciencia y la humildad...
 
Le enseñaba muchas cosas y le hablaba de que el ser humano es dado a creer solo en lo que ve y por tanto a pensar que lo que no puede verificar con sus sentidos, no existe y que eso era un error.
 
Le dijo que el universo estaba lleno de conciencia, de luz, de energía y de fuerza y que todos tenemos unos guardianes o guías que nos protegen y nos ayudan, a través de lo que llamamos intuición, a descifrar el camino por donde debemos llevar los pasos de la vida. Y que en el punto más alto de todo ello está Dios.
 
Le enseñó sobre la importancia de no juzgar y de no criticar a nadie, pues no somos dueños de los actos de otros ni entendemos por qué deben de vivirse ciertos hechos y circunstancias que a nuestros ojos pueden ser “malos”, pero que para el otro solo son momentos de aprendizaje que lo llevarán a despertar más su conciencia.
 
Y fue así como un día aquella voz le dijo a Raúl: “Yo simplemente soy, como tú, una hoja en el bosque infinito de la creación de Dios. Soy, como tú, un hermano del Universo. Soy lo que tu llamarías, un guía o un ángel de la guarda. Te lo digo así para que me entiendas. Y te pido que me permitas, por tu enorme paciencia, que ya se ha hecho mayor, ayudar a otros a través de mis palabras y enseñanzas que daré por ti. ¿”Lo permites?” A lo cual Raúl accedió. 
 
Después de varios años de convivir con su amigo interior, de haber despejado muchas dudas, de comprobar una y otra vez la veracidad de sus palabras, de comprobar que todo lo que su voz le decía sucedía, ya no tenía reserva alguna.
 
Hasta el día de hoy ese fenómeno sigue presentándose. A finales de 1986 inicia experiencias de canalización con otros seres del universo, en un comienzo con la ayuda de las energías de forma de una pirámide, de la cual se desprende luego, para canalizar varios maestros, simplemente sentándose en una silla frente a su auditorio. 



Cómo cumple Raúl su misión.


Entre otras, éstas son las actividades de ayuda a las personas, a las comunidades y a los países, que él prodiga.

 
1- Canalización.

Desde hace más de dos décadas viene canalizando seres que habitan otras dimensiones superiores, donde no existe el egoísmo y solo el amor universal. Son Maestros o Guías que, en su bondad, buscan personas con capacidades para-psíquicas como Raúl para que les presten temporalmente su cuerpo y a través  de ellos compartir su  sabiduría y enseñar técnicas que mejoren la vida. 
Estas experiencias no son espiritismo, ya que quien se comunica es un ser superior de altas vibraciones y no seres desencarnados de nuestro mismo nivel evolutivo como sucede en el espiritismo.
 


Maestros procedentes de espacios lejanos, muy conocidos como El Moria, Jesús, María. Loa Arcángeles Gabriel, Miguel, Rafael y Uriel, Sanat Kumara, Kuthumi, Seraphis Bei, Maitreya y Saint Germain entre otros son canalizados frecuentemente por Raúl. Existe el gran señor de tiempos y espacios extra galácticos llamado Mer que hace la función de coordinador de todos los demás y que enseña cómo vivir mejor nuestras vidas y cómo conectarnos con el gran universo que nos rodea.
 
2- Giro de las leyes humanas.

Dentro de sus cualidades para-psíquicas y transmentales, Raúl Yepes desde hace 20 años tiene el poder de abandonar su cuerpo durante el sueño y trasladarse astralmente a otros tiempos, espacios y dimensiones donde puede consultar las leyes que rigen la vida y los aconteceres de las personas.
Por autorizaciones recibidas de muy altos Jerarcas le está permitido cambiar algunas de aquellas leyes que hacen la infelicidad del sujeto y que le obstaculizan la realización de sus ideales de salud, de interrelación con los demás y de sus economías.
 
En ese último aspecto Raúl ha prestado sus servicios a muchos hombres de Estado, académicos, hombres de empresa y prominentes industriales de diferentes lugares del mundo, para girar sus leyes y así permitir que procesos de crecimiento que habían sido imposibles, se concreten y se realicen. 
 
 
3- Terapias a nivel molecular.

Con el concurso de los Maestros de Luz y de dos médicos, el uno alópata y el otro de medicinas alternativas, Raúl Yepes conduce unas novedosas terapias que incluyen magnetismo, vibración, colores y la energía de ciertos metales y cristales para sanar, desde sus raíces más profundas, enfermedades del cuerpo y de la mente.
 
La clave de estas terapias es que funcionan a nivel de las moléculas que son independientes; no a nivel celular, ya que las células son colectivas y por lo tanto dispersan los desordenes y enfermedades.
 
A través de las terapias de energías de vibración electromagnética se altera el ADN que está alojado en la célula, aprovechando esto para incitar al campo molecular a una nueva programación especial. El resultado es que el paciente saca sin darse cuenta del pasado la causa de su dolencia actual, iniciando con ellas el proceso de sanación. En este campo llegan muchas personas con diferentes padecimientos como cáncer, aun alzhéimer, Parkinson y otros  males provenientes de traumas vividos en el tiempo de infancia, de juventud, o traídos como consecuencia de las no soluciones dadas en vidas anteriores.
 

4- Citas con Mer.

Raúl cada día de su vida tiene la ocasión de traer al Maestro-Guía Mer para que él aconseje y le de dirección y orden a la vida de muchas personas. Es así como la persona que desea tener una cita con Mer entra con Raúl a un pequeño salón privado. Luego de sentarse cada uno en un mueble cómodo se inicia la sesión. Raúl cierra sus ojos y empieza así un proceso de relajación. Luego de unos 2 minutos su cuerpo experimenta ligeros temblores que se van debilitando hasta quedar totalmente inmóvil y en una posición de sueño profundo. Su espíritu sale y Mer entra utilizando las funciones corporales de Raúl y allí comienza la cita, Mer saluda con una voz que se asemeja a la de un anciano bondadoso. Muchas veces le dice a la persona que le pregunte por sus necesidades, en otros momentos habla contestándole sus interrogantes sin que dicha persona le haya preguntado nada.
 
Enseña a través de formulas orientadas a solucionar sus problemas. Intermedia en la realización de milagros y en algunas ocasiones “materializa” cristales que le regala al consultante. Una vez regaló 21 de esas maravillosas piedras en una reunión donde asistían unas 70 personas.
 
Estos encuentros personales también se pueden hacer a través del Internet o del teléfono.
 
5- Meditación.

Raúl Yepes enseña una técnica de Meditación en 8 niveles llamada la Meditación Yur. Las instrucciones fueron recibidas por canalización con  el maestro Rama. Con su práctica la persona entra en estados profundos de interiorización y ordenamiento. Se presentan resultados como la disolución del stress, las ansiedades y demás desajustes de la mente y del cuerpo. Aunque la esencia de la técnica de la meditación es monitoreada directamente por Raúl, los procesos de instrucción e iniciación son suministrados por profesores debidamente entrenados.
 
6- Desalojo de entidades y energías negativas.

Un problema relativamente frecuente al que se enfrentan las personas, es el de la presencia molesta y aún traumática de ciertas entidades y energías negativas. Como cada caso tiene características diferentes, se aprovecha la sensibilidad de Raúl y las orientaciones que “in situ” va dando el maestro Rama, para comprender la situación y encontrar la solución del problema.
En algunos casos se requiere la ayuda de elementos, y/o personas que con sus energías faciliten el proceso.
 
7- Postura de círculos.

Este servicio es de los más antiguos que se ofrecen en el Grupo, consiste en la ubicación de unos pequeños círculos de color azul brillante, en casas, apartamentos y otros, que absorben las energías negativas existentes en algún lugar e irradian energías armonizantes que benefician las economías, la salud y los afectos de quienes allí residan. Su efecto es purificador y creador de ambientes propicios para el éxito y el progreso en la vida.
Estos círculos son energizados previamente por la fuerza del Maestro Rama en las manos de Raúl en el momento inmediatamente anterior a su ubicación

 
  8-Conferencias.

Una de las actividades más importantes de Raúl Yepes es dictar conferencias y seminarios sobre crecimiento personal y talleres para cambiar hábitos y conductas no deseadas. Estas conferencias cubren temas muy variados desde los más básicos hasta los más avanzados.
  

3- Qué es la Casa de Sirio.
 
Es la institución fundada por Raúl Yepes y su grupo de colaboradores para llevar al mundo una nueva filosofía de la vida que, a través de los servicios que ofrece, busca estimular y realizar cambios  positivos en los individuos y en la sociedad.
En Colombia, la Casa de Sirio tiene 20 años de existencia. Existe además en Bogotá, Bucaramanga y se ha fundado en algunas ciudades latinoamericanas y de los EEUU. Muchas personas se han beneficiado en su salud y  sus economías, en su conciencia y en su despertar espiritual al seguir las enseñanzas y practicar las técnicas que se imparten en la Casa de Sirio.



Conclusiones


El ejemplo de Raúl Yepes es excepcional, no sólo por sus extraordinarios dones y por la versatilidad de su mente, sino por la labor que viene desarrollando en pro de un mundo mejor. Su propósito es acceder a diferentes auditorios en el mundo entero para divulgar los mensajes que ha recibido.
 
Nuestros abrazos



El comienzo:


Un día, mientras jugaba a la pelota con un amigo de infancia en una de las empinadas calles de su barrio, sucedió que un  niño, de unos cinco - a lo sumo seis- años de edad, se presento ante él trayéndole el balón que Raúl había dejado pasar involuntariamente por debajo de sus pies.
 
En ese entonces, aquel pequeño infante de cabellos rubios y ojos azules a quien nadie jamás había visto por allí antes, le dijo al joven Raúl – “mire: A usted durante su vida le va a pasar esto, esto y esto... Más adelante esto y esto más...Y luego esto…Pero jamás le cuente a nadie lo que hoy le digo a Usted, porque entonces nada de ello le sucederá”
 
Gracias – exclamó Raúl sin prestarle mucha atención, más preocupado por recuperar su balón que por otra cosa. Lo tomó entonces y lo devolvió a su compañero de juego, solo para encontrar, al mirar hacia un lado, que su visitante se había marchado tan misteriosamente como había llegado.
 
“Qué se hizo el monito” – que es como llaman en Colombia a los rubios- pregunto Raúl a Nelson, su amigo. 
¿“Monito? ¿Cuál monito?”. Para Nelson nunca existió tal escena.
 
A partir de aquel momento se despertó algo en Raúl donde hacia comentarios sobre eventos futuros que luego sucedían. Con solo un apretón de manos podía apreciar en la gente, sus problemas, sus miedos, sus temores, sus circunstancias de vida, aun siendo la primera vez que tenía contacto con una persona.
 
Raúl veía luces de colores alrededor de la cabeza y el cuerpo de todos aquellos que pasaban a su lado. Después alguien le dijo que eso se llamaba “el aura”.
 Adquirió fama en su barrio por sus predicciones y anuncios premonitorios “Yo veo escenas en mi mente y sueño cosas que después resultan ser reales” – decía a sus amigos. Muchos comenzaron a tomarle en serio y a buscarle habitualmente con sus problemas y situaciones, en busca de consejo. Otros, sin embargo, lo tildaban de loco, entre ellos su propia familia”. 
 
Por esa época Raúl, el mayor de seis hermanos, se retiró de la Universidad y se dedicó a trabajar para ayudar a su familia a superar la crisis económica en que se encontraba.

A partir de ese momento se desarrollaron más sus cualidades y los fenómenos psíquicos que espontáneamente le sucedían, tales como viajes astrales, clarividencia, detección del aura humana, capacidad de ver el pasado y el futuro en las líneas de la mano, premonición y otras más. En el año de 1978 comienza a escuchar internamente la voz de un ser que con el tiempo se identifica como el Maestro Rama. 



Así fueron los hechos


Un día, participando de un “experimento de energías” – como lo llamó un amigo - quien le pidió introducirse de cuerpo entero en una pirámide de madera tan grande como una habitación, le sucedió algo hasta ahora que nunca había acontecido: luego de unos minutos de permanecer en silencio, sentado y expectante, Raúl manifestó estar recibiendo comunicación mental de parte de alguien que decía llamarse Zorosa.
 
“Este ser – Zorosa – está enviando instrucciones para que cada ocho días hagamos unas reuniones donde desea brindar enseñanzas y consejos a los presentes”. Zorosa está diciendo– añadía Raúl – que puede ayudarnos a entender el presente y a desentrañar lo venidero. Nos solicita que miremos al régimen soviético, que pronto desparecerá. Que miremos a Panamá, que habrá una gran revuelta en Irak y en China igual.
 
En solo seis meses, Mijail Gorbachov deja al mundo atónito al anunciar el final del régimen comunista en la unión soviética. Manuel Antonio Noriega, en Panamá, es derrocado y tomado preso por las tropas Estadounidenses. Se inicia la transición de poderes en Irak y luego la guerra con Irán. En la Plaza de Tianamen en Beijín miles de estudiantes mueren en disturbios al enfrentarse con las fuerzas del ejército rojo.
Corría el año de mil novecientos ochenta y nueve…Para entonces las reuniones alrededor de la pirámide y las largas horas de sesiones de preguntas y respuestas a “la voz” eran parte habitual de quienes teníamos la fortuna de convivir  con Raúl Yepes.
 
Cada ocho días, cincuenta, sesenta, hasta ochenta personas, se reunían en  salones dispuestos para albergar a todos aquellos que quisieran recibir enseñanza, consejo y ayuda de un número cada vez mayor de “visitantes de otros lugares” que Raúl, para  aquel entonces, era capaz de canalizar a través de su mente y pensamiento.  
 
Hasta veinte horas de contacto o comunicación se llegaron a tener, con algunos pequeños intervalos para tomar los alimentos.
 
Muchos seres, que decían vivir en estrellas lejanas, esperaban para darnos sus  mensajes a través del Gran Canal, como ahora llamaban a Raúl… Entre ellos estaba Túa, quien enseñaba sobre la importancia de ser selectivos, firmes, fuertes y definitorios en nuestras vidas. El Moria, quien venía a entregar técnicas de sanación y los principios de la nueva medicina. Saint Germain, a brindar sabiduría, filosofía universal y alquimia; y otros más….
 
En mil novecientos noventa y dos, aparece por primera vez, a través de Raúl, un ser llamado Mer, El Sembrador, quien decía de sí mismo, ser un sembrador de vida universal y que se convirtió en el visitante más asiduo y quizá el más querido por la concurrencia.
 
Con Mer, los encuentros ya no eran cada ocho o quince días sino diarios. Raúl se había convertido en un genuino canal a través del cual se reciben sabias y útiles enseñanzas.
 
Mer habla además, con frecuencia, sin ser político o religioso en su enseñanza, esto es, sin tomar partido, sobre economía, sociología, geopolítica, tecnología y en general, sobre el acontecer cotidiano del género humano; de su futuro próximo, de sus aciertos y errores, de sus gobernantes, de cómo hacen su labor y de cómo podrían hacerla mejor.
 
Cientos de personas desde entonces y hasta la fecha, asisten a los encuentros semanales con Mer y además han tenido la oportunidad de tener citas privadas para recibir consejo,  pautas y ayudas de él, a través de Raúl. Preguntan sobre sus empresas, su salud, su vida familiar y afectiva, sobre cómo afrontar impases y obstáculos que se presentan en su vida.
 
Y reciben allí, además de pautas concretas sobre sus interrogantes, altas enseñanzas de cómo ser mejores seres humanos, mejores padres, mejores hijos, esposos, esposas, socios, jefes, empleados, etc.