El tiempo y su importancia

Nosotros:

Cuando vives recordando los hechos pasados de tu vida, bien sean positivos o negativos, lo haces a través de lo que ocurrió en tu infancia, en tu adolescencia o aún en tu adultez. Esto significa que vives del ayer, del pasado y te quedas atrapado en lo que llamo la gravedad de la Tierra, porque empleas todo tu TIEMPO pensando o actuando de acuerdo a esos recuerdos, logrando así sólo fracasos en tu vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por ejemplo si deseas conseguir un compañero afectivo o un trabajo, pero comienzas a pensar en lo poco que vales porque de niño o en tu adolescencia, las personas de las cuales dependías (padres, hermanos, maestros etc.) te lo dijeron o te lo dieron a entender con sus actitudes, emplearás mucho TIEMPO pensando o actuando bajo estas mismas circunstancias, que te llevarán a que no consigas tu objetivo.

Mientras tu mente siga atrapada en esos recuerdos continuamente, tus sentidos comenzarán a decaer: los ojos perderán visión, los oídos se volverán sordos, los órganos comenzarán a enfermar y el cuerpo a envejecer. Cuando actúas de ésta forma en tu vida, la luz Universal que llega a tu cerebro y que luego va a la medula, queda atrapada por tus traumas, represiones o el pasado que te frena y hace que ya no puedas gobernar tu mente, sino que te vuelvas su esclavo. Allí comienzas a preocuparte y empiezan a surgir los miedos y las dudas y te haces esclavo del TIEMPO porque vives del pasado.

Si posees conciencia de ese pasado y lo dejas ir a través de decirle: “Adiós, tu ya no haces parte de mi, gracias porque aprendí lo que deseabas enseñarme”, dejarás de recordarlo. Allí cuidas el tiempo y lo amas e inmediatamente todo deja de ser importante para ti, comienzas a vivir sólo el momento presente, empiezas a tener conciencia de tu cuerpo, de tus sentidos, de tus pensamientos y de todo lo que te rodea. Una vez lo haces, no te involucras más en las leyes de nadie, porque no criticas, dejas el rencor, las angustias, los resentimientos y la arrogancia. Entras a un presente, dejando todas tus dependencias, tus dudas e inseguridades y te vuelves de pensamiento más rápido para efectuar la acción, porque ya no utilizas mucho tiempo recordando el ayer.

Cuando posees una mente presente, porque ya has dejado el ayer o el pasado, te conectas a la Mente Universal, a Dios. Allí surge la luz de la conciencia, donde adquieres sabiduría y el ESPACIO que has vivido por ese pasado, queda diluido.